miércoles, 22 de agosto de 2012

El cine mudo


El cine mudo es aquel cine que no posee sonido grabado y sincronizado, referido especialmente a diálogo hablado, consistiendo únicamente en imágenes.
La idea de combinar las imágenes con sonido grabado es casi tan antigua como la cinematografía en sí, pero hasta finales de los 20, la mayoría de las películas eran mudas. Este periodo anterior a la introducción del sonido se conoce como la "era muda" o el "período silente". Después del estreno de la película El cantante de jazz, las películas habladas fueron cada vez más habituales y diez años después, el cine mudo prácticamente había desaparecido. La era del cine mudo a menudo es referida como "La Edad de la Pantalla de Plata"


Las proyecciones de películas mudas normalmente no transcurrían en completo silencio: solían estar acompañadas por música en directo, habitualmente improvisada por un pianista u organista. Ya en los comienzos de la industria cinematográfica se reconocía a la música como parte esencial de cualquier película, para ambientar la acción que transcurría en la pantalla. Los cines de ciudades pequeñas normalmente tenían un pianista para acompañar la proyección; los de ciudades grandes podían tener organistas o incluso orquestas completas, que podían añadir efectos de sonido. Algunos órganos de teatro tales como la famosa Rudolph Wurlitzer Company (conocida en ese entonces como la poderosa Wurlitzer); podía simular algunos sonidos de orquesta junto con un gran número de efectos sonoros. También en ocasiones había un narrador que, con voz en off, relataba los intertítulos o describía lo que iba ocurriendo.


Por un tiempo, el cine fue considerado una atracción menor, incluso un número de feria, pero cuando George Méliès usó todos sus recursos para simular experiencias mágicas, creando rudimentarios -pero eficaces- efectos especiales, los noveles realizadores captaron las grandes posibilidades que el invento ofrecía. De esta manera, en la primera década del siglo XX surgieron múltiples pequeños estudios fílmicos, tanto en Estados Unidos como en Europa. En la época, los filmes eran de pocos minutos y metraje, trataban temas más o menos simples, y tanto por decorados como por vestuario, eran de producción relativamente barata. Además, la técnica no había resuelto el problema del sonido, por lo que las funciones se acompañaban con un piano y un relator (ver cine mudo). Pero en este tiempo surgieron la casi totalidad de los géneros cinematográficos (ciencia ficción, históricas o de época); el género ausente fue, por supuesto, la comedia musical, que debería esperar hasta la aparición del cine sonoro. También en la época se produjeron los primeros juicios en torno a los derechos de autor de las adaptaciones de novelas y obras teatrales al cine, lo que llevaría con el tiempo a la creación de las franquicias cinematográficas basadas en personajes o sagas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario